Gobernantes europeos y de los Balcanes acordaron a primeras horas del lunes medidas tendentes a ralentizar el tránsito de decenas de miles de personas que huyen de la guerra y la pobreza, situación que ha rebasado la capacidad de los guardias fronterizos y de los centros de recepción, e incrementado las tensiones entre los países en la ruta hacia el corazón de la Unión Europea.
En un comunicado dirigido a ocultar las profundas divisiones sobre cómo manejar esta crisis, los gobernantes se comprometieron a reforzar las fronteras con Grecia ante las dificultades de este país para enfrentar la oleada de refugiados procedentes de Siria y otras latitudes que ingresan en el país desde Turquía.
Los gobernantes decidieron que se aumente la capacidad de recepción en Grecia y en otras rutas que siguen los migrantes por los Balcanes a fin de que puedan albergar a 100.000 personas adicionales ante la próxima llegada del invierno.
También acordaron ampliar las acciones fronterizas y compilar plenamente información biométrica como huellas dactilares en las labores de registro e investigación de los migrantes antes de decidir si les conceden asilo o los regresan a sus países.
"El imperativo inmediato es proveer albergue", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, después de que encabezara la minicumbre de 11 gobernantes regionales en Bruselas. "No puede ser que en la Europa de 2015 las personas queden abandonadas a su suerte, que duerman en el campo".
Casi 250.000 personas han cruzado por los Balcanes desde mediados de septiembre.
Croacia dijo que 11.500 personas ingresaron al país el sábado, la cifra más alta en un sólo día desde que Hungría restringió su frontera y los refugiados comenzaron a ingresar a territorio croata hace un mes.
Muchos migrantes se han dirigido hacia el noroeste a Austria, Alemania y Escandinavia con la esperanza de encontrar un nuevo hogar.
"Esta es una de las mayores pruebas de fuego que Europa haya enfrentado", declaró la canciller alemana Angela Merkel a la prensa al término de la cumbre. "Europa debe mostrar que es un continente de valores y solidaridad".
"Tendremos que adoptar más medidas para superar esta situación", agregó.
El primer ministro esloveno Miro Cerar dijo que su pequeña nación alpina se ha visto abrumada ante la llegada de numerosos refugiados —60.000 en los últimos 10 días— sin que haya recibido suficiente asistencia de sus socios de la Unión Europea.
Cerar hizo una descripción sencilla del desafío: Sin un enfoque nuevo disponible "para los próximos días y semanas, creo que comenzará el derrumbe de la Unión Europea y Europa en su conjunto".