El puerto de la ciudad de Coquimbo ha quedado completamente destrozado por el ingreso del mar. El tren de olas registrado tras el temblor se ha llevado por delante más de cien locales de pescado y artesanías. La terminal de autobuses también ha sufrido severos destrozos, según el Ayuntamiento de la ciudad. Otras localidades, como Tongoy, Concón o Illapel, han resultado también muy perjudicadas por el ingreso del mar. Otras ciudades, como Illapel y Salamanca, se encuentran sin servicio de agua potable. La falta de energía eléctrica afecta a más de 90.000 personas, según las autoridades.
El Gobierno chileno también ha confirmado en las últimas horas la muerte deIsabel del Carmen Jopia García, de Coquimbo, quien falleció mientras se desplazaba en moto por la costanera de esa ciudad; María Esmeralda Menay Carvallo, fallecida en la comuna Catapilco producto de un paro cardiorrespiratorio, y Félix Jesús Aguilera Tapia, de 19 años, quien perdió la vida por un alud de rocas en la localidad de Monte Patria. Una de las víctimas todavía no ha sido identificada por las autoridades chilenas.
El Organismo Nacional de Emergencias (Onemi) ha contabilizado más de 200 viviendas afectadas en las regiones donde se sintió el terremoto, cuyo epicentro se localizó a once kilómetros de profundidad.
La onda expansiva del terremoto llegó a sentirse incluso en Buenos Aires y otras ciudades argentinas. Un hombre resultó muerto en la localidad bonaerense de San Isidro, unos 20 kilómetros al norte de la capital argentina, cuando evacuaban por precaución un edificio.
Nada más registrarse el temblor, el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico de Estados Unidos (PTWC) emitió un aviso de tsunami por olas de más de tres metros en Chile y extendió la alarma a Ecuador, Perú y el estado de Hawai.
Desde las ocho de la tarde de ayer se han producido al menos un centenar de réplicas, según el Onemi. Algunas de esas réplicas han sobrepasado los seis grados en la escala de Richter y se han extendido desde el desierto de Atacama, en el norte, hasta la región sureña de la Araucanía.
Pese a las víctimas mortales y a los daños causados, el terremoto ha sido menos dañino de lo que en un principio se preveía, dado su gran intensidad. En 2010 Chile sufrió un tsunami de grandes proporciones tras un terremoto de 8,8 grados. Más de 500 personas fallecieron entonces. Debido a los constantes peligros sísmicos, Chile ha ido mejorando con los años su infraestructura y la logística para enfrentarse a terremotos de alta magnitud.
El Gobierno chileno ha declarado el estado de excepción constitucional de catástrofe en la región de Coquimbo, tras la visita de Bachelet a la región más afectada por el temblor. La zona está más dañada de lo que el Gobierno creía en principio.
Daños materiales
El Organismo Nacional de Emergencias (Onemi) ha contabilizado más de 200 viviendas afectadas en las regiones donde se sintió el terremoto, cuyo epicentro se localizó a once kilómetros de profundidad.
La onda expansiva del terremoto llegó a sentirse incluso en Buenos Aires y otras ciudades argentinas. Un hombre resultó muerto en la localidad bonaerense de San Isidro, unos 20 kilómetros al norte de la capital argentina, cuando evacuaban por precaución un edificio.
Nada más registrarse el temblor, el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico de Estados Unidos (PTWC) emitió un aviso de tsunami por olas de más de tres metros en Chile y extendió la alarma a Ecuador, Perú y el estado de Hawai.
Desde las ocho de la tarde de ayer se han producido al menos un centenar de réplicas, según el Onemi. Algunas de esas réplicas han sobrepasado los seis grados en la escala de Richter y se han extendido desde el desierto de Atacama, en el norte, hasta la región sureña de la Araucanía.
Pese a las víctimas mortales y a los daños causados, el terremoto ha sido menos dañino de lo que en un principio se preveía, dado su gran intensidad. En 2010 Chile sufrió un tsunami de grandes proporciones tras un terremoto de 8,8 grados. Más de 500 personas fallecieron entonces. Debido a los constantes peligros sísmicos, Chile ha ido mejorando con los años su infraestructura y la logística para enfrentarse a terremotos de alta magnitud.
El Gobierno chileno ha declarado el estado de excepción constitucional de catástrofe en la región de Coquimbo, tras la visita de Bachelet a la región más afectada por el temblor. La zona está más dañada de lo que el Gobierno creía en principio.